Mientras tomo un café, le echo un vistazo al periódico y me intereso por un artículo titulado "Finos chascarrillos ante las quejas de Galicia" en el que se nos cuenta que el presidente de la compañia eléctrica FENOSA (Fuerzas Eléctricas de Noroeste), un andaluz, se "parte el pecho" y se cachondea cuando le preguntan sobre la "galleguidad" de la compañía. El articulista reflexiona de como Galicia es una potencia energética pero los beneficios no repercuten en el pais sino que se van pa' fuera, etc... Como el artículo en mi opinión es muy interesante hago un corta-pega del mismo:

La junta de accionistas de Fenosa se celebró ayer en Madrid. ¿Saben cuánta energía produce Fenosa en esa comunidad, a la que se llevó su sede desde Galicia en 1983? Cero. Mientras, Galicia soporta la notable contaminación de las centrales de Fenosa en Meirama y Arteixo, y once de los 26 embalses gallegos más importantes son coto de la compañía. Galicia alumbra Madrid, pero además, paga allí los impuestos de lo que le renta su energía a Fenosa.

El presidente de Fuerzas Eléctricas de Noroeste, el malagueño López Jiménez, ejecutivo aupado por Florentino Pérez, desplegó ayer un humor zumbón y displicente cuando se le planteó la galleguidad de Fenosa. Tras descartarla de plano, añadió un chascarrillo un tanto burdo para cuestionar también la matriz gallega de cuatro de las principales empresas de Galicia. En cuanto al debate sobre la propiedad de nuestros embalses, los ve atados y bien atados, como diría aquel que los concedió.

Irak sufre una invasión y las multinacionales extranjeras hacen negocio con su crudo. Pero incluso en una situación tan extrema, cuenta con un Ministerio del Petróleo y se queda con parte del dinero que generan sus pozos (el Estado percibe unos 3.500 millones de dólares al mes).

Galicia es un paraíso comparada con Irak, pero a una escala lejana, es también un productor de energía, basada en su agua y su viento. Sin embargo, Galicia tiene un punto de generosidad muy superior al de los iraquíes: regala su capital hidráulico a empresas de fuera, con sedes sociales en Madrid y en el País Vasco. Cada año, oscilando según la lluvia, esas compañías se llevan de nuestros pantanos entre 200 y 400 millones de euros. ¿Qué queda aquí? Los saltos hidroeléctricos nos reportan 350 empleos directos. Magra recompensa por machacar nuestros ríos.

Las concesiones de las presas datan de hace unos 40 años y no expirarán hasta el 2061. La Comisión Europea, que no es precisamente Evo Morales, ha expedientado a España por «el carácter discrecional» de las concesiones, decretadas digitalmente en el franquismo y que violan el tratado de la Unión. El Ministerio de Medio Ambiente y la Xunta quieren, lógicamente, revisar los otorgamientos y estudian crear tasas verdes que compensen a Galicia. Y es que lo que valieron los embalses gallegos ya ha sido amortizado cuatro veces por la riqueza que han generado.

No se cuenta nada que no supieramos (siempre y cuando seamos de los que se interesen por la situación de su propio pais, se pregunten el porqué de las cosas y no estemos colonizados "mentalmente"). Galicia es lider total en generación de cualquier tipo de energía (menos nuclear, menos mal) dentro del estado, genera el 25% del total de la energía eólica pero no nos beneficiamos en absoluto de ello, somos una colonia de la que simplemente se extraen las materias primas y punto.

Os puedo dar un ejemplo práctico de ello... en mi aldea, donde nació mi madre, a un par de kilometros de la central termica das Pontes (Endesa) y con las cimas de los montes plagadas de molinos eólicos, la luz que tienen es de p#ta pena y no da ni para poder tener un congelador, y si el vecino enciende una ordeñadora olvídate.

...y todos tan contentos, como decía castelao "non protestamos, emigramos".

Etiquetas: Críticas